Cerré la puerta y camine al Rosedal, orgullosa y emocionada no solo por la propuesta sino también de los variados y jugosos títulos cinematográficos que pasaran!
Mientras me acercaba a la pantalla pensaba.. cada auto es una historia. Había amigos y novios. Jóvenes y viejos, parejas parejas y parejas disparejas. Todos con sus radios prendidas escuchando el desmadre que esos niños fresas hacían en Tepoztlán. (Nota:para autocine, mejor el falcon!). Había gente, como nosotros, sentada en la vereda, sin mp3, ni radio, escuchando a Cristobal hablar desde los parlantes que el gobierno de la ciudad dispuso. (Nota: el pequeño cordón que separa la senda para caminar no parece tan cómodo) Había gente haciendo ejercicio, caminado, corriendo, en rollers, o en bicicleta, ninguno pudo evitar la tentación de mirar la pantalla. (Nota: dobla, dobla, dobla!ja) Había ruidos, de comida, de perros, de vendedores, de gente que hablaba.. y no me molesto. Sí sí, no me molesto!! Si alguna vez te callé en el cine, o te pedí que dejes de tontear y mires la película, o te hice la "mirada" de Mala Rivero, sabe que en el autocine mi actitud es otra! ja
Sin auto -pero no sin cine- me sente, relajada y disfrute de saldar el déficit -cinematográfico- en una templada noche de viernes de enero en Buenos Aires.
El autocine del Rosedal funciona todos los Sábados y Domingos de Enero-Febrero a las 21.30. Entrá y checa la programación en: www.airesbuenosaires.gob.ar